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Guerrilla montada del primer batallón de Voluntarios, mandada por el teniente Pedro Bolívar.


CAPITULO XXVIII
ALGUNOS PORTORRIQUEÑOS QUE AUXILIARON, DURANTE
LA GUERRA, AL EJÉRCITO AMERICANO


ESDE el mismo día en que fuerzas americanas desembarcaron por Guánica, una sacudida política conmovió todo el Sur y Oeste de Puerto Rico, y sus chispazos llegaron hasta otras jurisdicciones. Yauco, Sabana Grande, Ponce, Juana Díaz, Cabo Rojo y algún pueblo más, habían sido, durante los últimos años, refugio y cuartel general de la mayor parte de los separatistas portorriqueños. Fracasada la intentona de invasión, preparada en Nueva York por el doctor Henna, Roberto Todd, Mateo Fajardo, Antonio Mattei Lluveras y otros, con ayuda del Gobierno revolucionario de Cuba y de ciertos políticos de Washington, parecieron adormecerse las impaciencias independentistas; la declaración de guerra avivó la llama de tales ideales, llama que propagó el fuego a gran parte de la Isla.

Eduardo Lugo Viña, Mateo Fajardo, Ricardo Nadal, Matos Bernier, Celedonio Carbonell, Rodulfo y Rafael del Valle, Antonio Mattei Lluveras y otros hombres de acción, que siempre soñaron con ver flotar la bandera de la estrella solitaria en los castillos de San Juan, aprovechando la oportunidad, se lanzaron a los campos al frente de partidas de carácter políticomilitar, algunos, y otros se unieron a los cuarteles generales del ejército invasor, ofreciendo y prestando sus servicios como intérpretes, guías y consejeros.