Ir al contenido

Página:Crónica de la guerra hispano-americana en Puerto Rico.djvu/479

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
CRÓNICAS
433
 

hacienda; los españoles, desde San Romualdo, y los americanos, desde la Acacia, y entre ambos corría el río Grande, desbordando sus aguas por la crecida y convirtiendo los campos cercanos en lodazales. Si no me es infiel la memoria, recuerdo que en la hacienda Acacia vi a mis compueblanos Jorge Quiñones, José Antonio Vivoni, Celedonio Carbonell, Salvador Lugo, Lolo Pradera, Felipe Medina y algunos más.

Al obscurecer se suspendió el fuego, los paisanos regresamos a nuestra ciudad, y a la mañana siguiente, las fuerzas americanas, siguiendo hasta Mayagüez, tomaron posesión de dicha ciudad. Es cuanto ocurrió, y que yo recuerde, en San Germán, en los días de la invasión.

Después... quedó aquí una guarnición de pocos hombres, con muchos caballos y numerosas mulas, grandes, muy grandes...; se consumían cantidades estupendas de latas de carne y de salchicha, muchas de avena... y también mucho ron; se dispararon muchos tiros al aire, y por vez primera en los anales de esta noble ciudad, vióse por sus calles grupos de hombres borrachos y desordenados.

Más tarde las aguas desbordadas volvieron lentamente a su cauce y pudimos ver a un Mr. Siebert que dejaba de ser carrero para ceñir la toga de juez municipal, y que un Mr. Miller soltaba el chopo y el látigo de cuadrero para ser inspector de escuelas...

Mis recuerdos no llegan a más.

Cordialmente suyo.


Al saberse en Mayagüez los sucesos ocurridos en San Germán, el coronel D.Julio Soto, comandante militar del distrito, dirigió al general Macías el siguiente telegrama, cambiándose, después, algunas comunicaciones más que también pueden leerse a continuación:

Mayagüez, 1.° de agosto, 1898.

Comandante militar al Capitán general.

Partidas de más de 1.000 hombres (?), levantadas por San Germán, han entrado en dicha ciudad hoy, desarmando municipales y quitando letrero del Cuartel. Me dicen que han salido en dirección a ésta, y como notase interrupción en las comunicaciones telegráficas, envié, como exploradores, dos parejas de guerrilleros y poco después varias más de la Guardia civil hacia San Germán.

28