Página:Crónica de la guerra hispano-americana en Puerto Rico.djvu/658

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

APÉNDICE NUMERO 12

Parte oficial del bombardeo de San Juan de Puerto Rico, por la escuadra norteamericana, el día 12 de mayo de 1898.

capitanía general de la isla de puerto rico

ESTAD ü MAYOR

Excmo. Sr.: Por mis telegramas del 12 tiene ya V. E. conocimiento del ataque a esta plaza por la escuadra norteamericana, en la mañana de dicho día del mes actual, así como de algunas de sus principales circunstancias y consecuencias, que ampliaré ahora en lo necesario para permitir formarse cabal idea déla importancia y desarrollo de tal hecho de armas.

Precisamente la noche anterior, con noticia de la presencia de barcos al Sur de V^ieques, se tenía la impresión de que al día siguiente aparecería la escuadra espa- ñola, y esto hizo que al despuntar la aurora y señalar el vigía los primeros buques avistados entre las brumas, se creyera así, hasta que al avanzar el enemigo rápida- mente y largar su pabellón, ' ya muy próximo al puerto, rompiendo a la vez el fuego sobre la plaza con toda su artillería, desapareció la confianza de los espectadores, entre los que se encontraba una parte de la guarnición, ocurriendo esto a las cinco y cuarto, próximamente.

Ni esta circunstancia, ni el gran número de proyectiles de pequeños calibres que los americanos lanzaban sobre las baterías, impidió que éstas fueran rápidamente guarnecidas por las fuerzas del 12. batallón de plaza, entre las que, de antemano, se hallaban distribuidas para su servicio; contestando acto seguido al fuego enemigo, siendo la primera en romper el suyo la batería de San Antonio 2, y acudiendo tam- bién inmediatamente a sus puestos las tropas de la guarnición y Voluntarios, compa- ñía auxiliar, organizada pocos días antes para el servicio de la artillería, y las de zapa- dores-bomberos, creadas también recientemente, en virtud de las presentes circuns- tancias, soijre la base de los bomberos municipales de la ciudad. Por mi parte, acudí desde los primeros momentos a las baterías del canal de entrada, como las de mayor importancia en tal ocasión, y cuando me hube cerciorado de que se hallaban bien defendidas y se sostenían con vigor, marché a recorrer las demás de la plaza, encon-

1 Esta afirmación del general Macías destruye el error propalado en periódicos y libros de que la escua- dra norteamericana realizó el ataque sin izar su bandera de guerra.

2 Primer error: La batería que primero contestó el fuego fué la de los Caballeros de San Cristóbal, la tmica que tenía cargados sus cañones, porque así quedaron desde el día 10, en que su capitán, con su propia mano, disparó contra el Yak el primer tiro de la guerra. — Notas del A,