armas enemigas en medio del fuego y bayonetas, de cuyo resultado salí gravemente herido, y conseguí el fin que me había propuesto, fui recompensado con el nombramiento de Capitán, en cuyos deberes me mantuve hasta que el español Coronel González ocupó esta plaza, y tuve que emigrar a la de Guayaquil, y padecer los males consiguientes, en circunstancias de que mi padre y familia se hallaban también perseguidos y secuestrados todos sus bienes. ocupadas las casas de Cuarteles, en cuyo servicio quedaron casi arruinadas"
"Ultimamente, si mi conducta moral y Política ha sido y es en público y privado cual corresponde a todo hombre de honor, haciéndome por lo mismo acreedor a la estimación que he merecido del público y Jefes. En cuya virtud, a V. E. suplico se sirva conceder a mi solicitud por ser de justicia que imploro y juro, &,— Tomás Ordóñez."
El Cabildo certificó en estos términos:
"Sala Capitular de Cuenca, Septiembre 16 de 1822.—12.—Por presentado, y siendo cierto todo lo que se expresa, sirva este decreto de certificación bastante, devolviéndole original para que use de su derecho en la Superioridad del Gobierno, a cuya justificación recomienda esta Municipalidad la gracia y consideraciones que hayan lugar.—Manuel Rada.—Bartolomé Serrano.—José de la Vega.—Carlos Sélleri.—Mariano Gómez, Secretario.
Pide el Capitán Ordóñez que, por haberse confundido su despacho de tal, certifique a este respecto Don León de la Piedra. Apareció después el despacho de Capitán, que
