Página:Cuentos de amor de locura y de muerte (1918).pdf/183

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

LOS PESCADORES DE VIGAS El motivo fué cierto juego de comedor que míster Hall no tenía aún, y su fonógrafo le sirvió de anzuelo.

Candiyú lo vió en la oficina provisoria de la "Yerba Company", donde míster Hall maniobraba su fonógrafo a puerta abierta.

Candiyú, como buen indígena, no manifestó sorpresa alguna, contentándose con detener su caballo un poco al través delante del chorro de luz, y mirar a otra parte. Pero como un inglés a la caída de la noche, en mangas de camisa por el calor y con una botella de whisky al lado, es cien veces más circunspecto que cualquier mestizo, míster Hall no levantó la vista del disco. Con lo que vencido y conquistado, Candiyú concluyó por arrimar su caa la puerta, en cuyo umbral apoyó el codo.

—Buenas noches, patrón. ¡ Linda música!

—Sí, linda—repuso mister Hall.

—¡Linda!—repitió el otro.— Cuánto ruido!

—Sí, mucho ruido—asintió míster Hall, que ha