Llegó a casa de Rodríguez.
— Rodríguez, ¿quieres hacerme un favor?
— Hombre, ya lo creo... ¡Caramba con tu suerte, chico!... Llegar, topar, drama en ensayo..., y en el ensayo general, ¡pum!, toda una consagración anticipada. ¡Hoy eres la figura en los periódicos!
— Bueno... A propósito de esto es... Debías prestarme la levita.
— Para salir. Me lo figuro.
— Sí, ya ves... Por si me llaman a escena.
— ¡Tanto que te llamarán
— Y la Comedia es un teatro de fuste..., y como se pone en los estrenos... Haría mal que me presentase de chaqueta.
— ¡Pues, sí! ¿Tienes pantalón negro?
— Puede servirme éste, mira: rayado y oscuro.
— ¡Quítate, hombre!... Te pones el mío también. Todo el traje. El chaleco es el que está un poco zurcido, pero te abrochas, ¡Nada, nada,