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Reveladoras — 191
— ¿Yo? — protestó la última inocencia del muchacho.
Pero llegaban.
— ¡Sut! — impuso ella.
Y abrió la portezuela del palco.
Tardó Rodrigo buen rato en llegar al suyo, de vuelta por la galería, como borracho, vacilante...
Se calmó. Le desvaneció la turbación el espectáculo ansiado, al volver a la pista.