Ir al contenido

Página:Cuentos para los hombres que son todavía niños.djvu/34

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
– 28 –

Job ya no recuerda sus tristezas, no sufre por su vida desierta.

Cuando sus semejantes, todavía esclavos, reposan bajo el techo del establo, él los abandona silenciosamente y se interna en las llanuras obscurecidas.

Allí, en medio de la quietud, alza sus ojos al cielo envolviendo en una extática mirada humana los fúlgidos cardos del campo azul.