Ir al contenido

Página:Cuentos valencianos (1910).djvu/157

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
151
CUENTOS VALENCIANOS

CUENTOS TALEN CÍAN 08 151

Había que ver su cara enjuta, de una palidez lívida, con aquel lunar largo y retorcido, para convencerse de que le dominaba el afán de acometividad, el odio irreconciliable que lucía en sus ojos y hacía latir las venas de su frente.

Sí señor; él no podía transigir con ciertos valientes que no tienen corazón, sino estómago hambriento; ruquerdls que olían todavía al estiércol de la cuadra en que habían nacido y venían á estorbar á las personas decentes. Si otros querían callar, que callasen. El no; y no pensaba parar hasta que se viera que toda la guapeza de esos tales era mentira, cortándoles la cara y lo de más allá.

Por fortuna estaban presentes los Bandullos mayores, gente sesuda que no gustaba de compromisos más que cuando eran irremediables. Miraban á Pepet, que estaba pálido, mascando furiosamente su cigarro, y le decían al oído, excusando la embriaguez del pequeño:

— No fases cas: está bufat.

Pero buena excusa era aquella con un bicho tan rabioso. Se crecía ante el silencio é insultaba sin miedo alguno.

Lo que él decía allí lo repetía en todas partes. Había muchos embusteros. Valientes de matamdrta como los melones malos.