LOS MISERABLES
Los *gueux* franceses, los
- tramps» yankfs, los *ato"
rranfes» argén finos.
El «Queux».
Quien haya visto en ciertos paseos, en la banlíeue^ o bajo arboledas han- tees, como dice el pequeño poema de Baudelaire, la figura grotesca- mente miserable de ciertos desheredados de la suerte, de ciertos malditos de la vida, de ciertos parias del arroyo, ¿no ha sentido al mismo tiempo la repugnancia y la lástima? Harapientos, con fragmentos de zapatos, sombreros de todas las formas imaginables, sucios y abollados; con las caras abotaga- das y las narices rojas de alcohol; viejos, de largas barbas canas; hombres fuertes: hom- bres jóvenes, bajo el viento, bajo el sol, bajo la noche, pueblan sus lugares preferidos. ¿Dónde viven? No tienen lugar fijo, o se amontonan en ocultas covachas, o vagan noctámbulos, para dormir a pleno sol en un137