FIALHO D'ALMETDA
Convención Francesa y la Usurpación de Cronwell habian sido providenciales, al extirpar colectivida- des que se esforzaban en retrotraer a la Humanidad a los hábitos de locomoción de los verdaderos brutos...
Nuevos discursos, nuevas sesiones, nuevos duelos y nuevos folletos, Del gabinete inglés irradió una nota a las potencias, pidiendo confrontaciones y mi- nuciosos paralelos de trajes en el ciclo histórico se- ñalado. Francia declaró, entre risas, que Luis xvi era un primate de la mejor especie, y de las manos solo hacía uso vara firmar decretos que no leía, llevar a la boca magníficas pastillas de chocolate o pedir clemencia en una actitud de poitrón, en todo su «doloroso cautiverio,
Italia y España vieron en el problema una dife- rencia de razas y encogieron desdeñosamente los hombros, orgullosas de su cuna latina. Alemania púsose a meditar. Y solo Portugal, en un impulso de simpatía por la fiel aliada, respondió que desde Ourique, estando vivos Teresa y el gallego Trasta- iara, su amante, era uso separarse la nobleza del pueblo, invirtiendo aquella los miembros locomoto- res y poniéndose en derredor de los príncipes, con la cabeza para tierra y los pies para el firmamento, en los grandes saraos y recepciones...
Aún sobre la cuestión pesaron años que al mismo tiempo hacían inclinarse hacia la tierra la espina dorsal y la cabeza blanca de Lord Clifton. El duque no tenía descendientes directos. Era un viejo aus- tero y seco, solitario en su ducado y poseedor
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