Página:Daany Beédxe.djvu/135

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increíble velocidad se transportaba de un sitio a otro, pero los recorridos los hacia detalladamente. Él no se veía, pero se daba cuenta que los habitantes de esos recintos, lo presentían sin rechazo.

Cuando abrió los ojos, Águila Nocturna se encontraba en una habitación pequeña de tres por cuerpos de largo y dos de ancho, y un vano, que tenía una manta por puerta. Acostado en un petate, sentía que su cuerpo estaba muy débil y adolorido. Tenía mucha hambre y sed, sabía que un guerrero en esas circunstancias lo que debe hacer es esperar y no moverse. Al cabo de una hora entró un hombre y le dejó un guaje con agua y un platón con frutas, Águila Nocturna fingió estar dormido y cuando el hombre se retiró, se levantó con cautela, bebió y comió, poco y despacio. Cuando terminó se sentó en el petate a esperar. Entro la tarde y en las penumbras del cuarto empezó a escuchar, primero una leve vibración como el ruido del vuelo de un insecto, poco a poco fue creciendo de intensidad hasta que llego a ensordecerlo, de pronto ceso el ruido pero en sus oídos quedó un zumbido muy fino. Entonces fue cuando escucho una voz que en principio provenía de su cerebro, pero luego la ubicó en el fondo del cuarto a sus espaldas. El susto lo hizo dar un giro en un salto y quedar todo electrizado. Había pasado todo el día en la habitación y sabía que solo estaban un petate y él. La voz volvió a repetir buenas tardes el muchacho se sobrepuso y contesto titubeante, buenas tarde. La voz era suave y cálida, le inspiraba una confianza y tranquilidad inexplicable.

—La Fuerza que rige el destino de los seres humanos, nuevamente nos ha puesto en el mismo camino. Frente a ella, nosotros somos polvo al viento...y fue este vendaval, el que te trajo hasta aquí. Mi nombre es Serpiente de Estrellas.

Hace muchos años, cuando aún eras un niño, nos conocimos en tu pueblo. En aquella luminosa ocasión, La Fuerza me desvió a El Valle de Etla e hizo que llegaras hasta mí. Aunque eras muy pequeño, el destello de tu energía era extraordinario. Fue ahí donde te dije que te esperábamos en la Montaña Sagrada de Jaguar, que bajo ninguna circunstancia dejaras de luchar para reunirte con nosotros en DAANY

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