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Página:Daany Beédxe.djvu/232

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bellísimos reflejos, ya que las paredes tenían cantidad de mineral, lo que multiplicaba los reflejos y les daba un mosaico de colores indescriptibles.

Este era el recinto secreto de los pochtecas. Tenían un altar tallado en la roca misma, profusamente decorada con estuco pintado. Sobresalía en especial la máscara de la Divinidad del Agua. Cada uno de los ojos estaba formado por tres piedras de forma rectangular y profusamente labradas. La primera semejaba una ceja, con una línea parecida a un monte, pero que al mismo tiempo, era el símbolo de la serpiente, tres círculos dentro del monte y debajo de ellos, una talla de líneas verticales simbolizando las pestañas. La segunda piedra, abajo de la primera, tenía la oquedad del ojo y tallado un circulo a manera de ojo, con tres círculos de piedra por lado. La tercera piedra, abajo de la segunda, tenía el mismo diseño que la primera, nada más que invertido, formando la parte complementaria del ojo. En medio de las seis piedras, se encontraban empotradas otras tres, haciendo la forma de la nariz, que era característica del Dios del Agua en estas tierras, pues era muy parecida al diseño de las "siete estrellas que brillan"; la boca estaba inmediatamente abajo de los ojos y se conformaba, por las fauces de dos serpientes que se ven de perfil.

La tormenta se convirtió en un Huracán y como nunca antes se había visto, los vientos destruían todo lo que encontraban a su paso. Gracias a las precauciones que tomó el Consejo de Ancianos, cuando el viento estaba destruyendo casas y derribando árboles, toda la población estaba a salvo en el improvisado refugio.

La noche fue terrible. La lluvia que caía sin parar, era acompañada de feroces ráfagas de viento, que aullaban cuando entraban a la boca de la gruta. La comunidad estaba a salvo en esa caverna y esperaría hasta que pasara el Huracán.

Debido a la cantidad de personas que estaban en el lugar, pues también habían llegado otros pueblos vecinos a refugiarse, Águila Nocturna y otros hombres pasaron a la parte secreta del cenote. Cuando Águila Nocturna vio el impresionante altar, un rayo cayó a

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