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Página:Daany Beédxe.djvu/278

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ahí esperando. Al entrar la noche la tormenta arreció y un milagro propicio el desenlace. Como por mandato, empezaron a caer alrededor de las peñas poderosos rayos, que iluminaban en la obscuridad de la tormenta a los atemorizados y desconcertados animales. Cada rayo era seguido del chillar despavorido de las decenas de animales que corrieron en todas las direcciones. Jaguar Despertado dio la orden de salir corriendo en columna, sin saber cómo Águila Nocturna iba al frente guiando a los exploradores en medio de la oscuridad.

Cuando se cumplió tres lunas desde su partida de la ciudad, la expedición era un desastre. Además de los peligros pasados, habían enfermado dos hombres con altas temperaturas, otro había sido mordido por una serpiente venenosa y aunque se le había extraído el veneno y se la había proporcionado el jugo de una planta milagrosa, su organismo estaba muy debilitado. La moral del grupo estaba muy baja, fundamentalmente porque ellos sabían que habían avanzado muy poco y que la selva parecía que se los iba a tragar vivos de un momento a otro.

Jaguar Despertado le consultó a solas a Águila Nocturna sobre su desesperada situación. Hasta el momento no se había perdido ninguna vida y las posibilidades del equipo de exploradores, día a día iba aminorando. Águila Nocturna coincidió con Jaguar Despertado que lo mejor era regresar. Con la firmeza del líder, Jaguar Despertado comunicó la decisión al equipo, quien con el ánimo deshecho se resignó a emprender el regreso.

Levaban tres días de fatigosa y lenta marcha, cuando el puntero detecto a un grupo de cazadores que se aproximaba. Eran quince hombres armados que seguían las huellas de un animal herido. Unos y otros se percibieron. Jaguar Despertado dio la orden de no disparar y mantenerse escondidos en la vegetación. Los cazadores rodearon lentamente a los exploradores. Eran momentos de mucha tensión. Los cazadores estaban preparándose para atacar a quienes habían invadido su territorio. Águila Nocturna se dio cuenta que sería inevitable el enfrentamiento. Todos prepararon sus armas. Los arcos

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