aunque sea oro,
también tendrá que ir
al lugar de los descarnados
Pero yo digo:
sólo en breve tiempo
sólo como flor de elote,
así hemos venido a abrirnos,
así hemos venido a conocernos
sobre la tierra.
Solo nos venimos a marchitar,
¡oh amigos! que ahora desaparezca el desamparado
que salga la amargura,
que haya alegría
¡Águilas y jaguares
uno por uno iremos pereciendo
ninguno quedará.
En paz y placer pasemos la vida,
venid y gocemos".
Como ven —dijo Espejo Humeante— el problema de la vida y de la muerte, del SER y del TRASCENDER, no tiene límites en el tiempo. Hace muchos atados de años, muchos; que Los Viejos Abuelos se planteaban este mismo problema, y pasarán cientos de atados de años más y los hombres de los tiempos futuros enfrentarán el mismo problema.
Es la costumbre y la misión de esta institución propiciar que brote de su corazón un rostro propio y verdadero; una personalidad. Deseamos que conozcan las sabias palabras de Los Viejos Abuelos. Que logren el equilibrio, que entiendan y veneren a “Aquél por quien se vive”, el que es noche y viento, el que está aquí y en todas partes al mismo tiempo, que aprendan y respeten las ancestrales normas de conducta y vida social, que penetren en los augustos misterios del