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en muchos grupos,
y ahí arribaron a la orilla del agua,
a la costa norte,
y ahí donde fueron quedando sus barcas,
en Pánuco, donde se pasaba encima del agua
En seguida siguieron la orilla del agua
iban buscando los montes,
algunos los montes blancos
y los montes que humean."

Entonces Espejo Humeante les contó una maravillosa historia, que era el tesoro de todos los pueblos de tierra firme. Les dijo que por Los Viejos y Sabios Abuelos, ellos sabían que existían otros continentes, allá donde le lejano mar termina. Que existía un inmenso anillo que circunda al mundo. Que hacía mucho tiempo, todos los hombres vivían en un lugar maravilloso, en torno a una laguna y que ahí vivían siete pueblos, en siete cuevas. Y que un día los Dioses les ordenaron ir en busca de un lugar sagrado. Como señal para encontrar esa tierra prometida, los Dioses les dijeron, que donde encontrasen un águila parada encima de un nopal entre unas piedras y en una laguna, devorando tunas, sería la señal para fundar de nuevo su casa.

Espejo Humeante les explicó que ese relato sagrado, era una parábola, que encerraba un gran secreto:

—Como ustedes saben, desde que el mundo inició, Los Viejos Abuelos nos enseñaron que el águila es el símbolo del Sol, nuestro padre y Señor. La serpiente es el símbolo de la sabiduría. El nopal es el símbolo de la humanidad, pues es inmortal. La humanidad da frutos, como el nopal tunas. Además —dijo— el fruto de la tuna se encuentra florecido. El hombre para ser fruto florecido de la humanidad, necesita de la tierra y del agua para vivir. De esta manera, Los Viejos Abuelos recorrieron el mundo, para llegar a esta tierra nuestra. Ustedes saben añadió Espejo Humeante que esta no es nuestra verdadera casa, nosotros solo estamos por un breve tiempo aquí, para hacer florecer nuestros corazones y poder llegar a la casa de nuestro Gran Señor; omnipresente, el Dueño del Cerca y del Junto, porque él, es el dueño

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