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DE MADRID A NAPOLES

deseos y de impaciencias que sus palabras provocaban en mi imaginacion!

El tren en que habíamos entrado, se dividiria en Novara en tres partes, de las que una se dirigiria á Milan, otra á Turin, y la tercera á Génova.—¡Con solo desearlo, podíamos ir á dormir aquella noche (y hasta llegar á la hora del teatro) á cualquiera de tan famosas capitales! —Génova, que era la más lejana, distaba seis horas del lugar en que nos hallábamos...

Pero ya no habia que dudar. Nuestros billetes eran para Turin...

De Arona á Novara se emplea una hora.

A la izquierda del camino de hierro corre el anchuroso Tessino.

Este célebre rio nace en el San Gotardo; da nombre á un canton de Suiza; alimenta el Lago Mayor; traza la frontera de la Lombardía y del Piamonte, y va á morir en el Po, á poca distancia de los muros de Pavía.

¡Y cuánta sangre ha teñido sus ondas en todos tiempos! ¡Cuántas veces lo han pasado ejércitos poderosos, ora «n son de guerra y de con= quista; ora fugitivos y deshechos!—Aquellos verdes campos de la Lombardia que mirábamos dilatarse al otro lado del Tesino, y la llanura que ibamos atravesando, habian visto luchar á Anibal con Escipion,á los lombardos con Carlo-Magno, á Gúellos y Gibelinos, á la Liga Lombarda con Barbarroja, á Francisco I con Carlos Y, y á Napoleon el Grande con el Austria.

"¡Y en Novara fue precisamente donde, hace once años, Cárlos Alberto sufrió-su terrible y gloriosa derrota!... ¡Y no lejos está el sitio en que, el año pasado , el rey Victor Manuel vengó á su padre y á su patria, enseñoreándose de la llanura de Magenta, cubierta de cadáveres austriacos!

Porque habeis de saber que Magenta y Novara se miran frente á frente.—El Tesino corre magestuoso entre los dos campos de batalla...— ¡Y nosotros pasábamos á la vista el puente de Bufarola, de inmortal renombre!...

En él debió de aparecerse á Napoleon III sombra del primer Napoleon en toda su guerrera magestad, mostrándo!e los ejércitos confundidos entre el humo del combate, y diciéndole melancólicamente:—«Así fue toa mi vida. Ahí tienes el secreto de mi gloria.»

A las cinco llegamos á Novara, donde teniamos que esperar hora y media hasta la salida del tren directo para Turin.

Novara es una viejísima ciudad defendida por un castillo. Tendrá de quince á veinte mil almas.

Su catedral, que visitamos. fué construida en el siglo V; pero las restauraciones le han arrebatado completamente el noble sello de tan veneable senectud.

En el Bautisterio, ó capilla bautismal (que en todas las catedrales