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DE MADRID A NAPOLES

por el sublime Beato Angélico; — dos cuadros de Murillo, la Sagrada Familia y la Vuelta del Hijo-pródigo, colocados alli por Pio IX, — y los famosos Tapices de Rafael, que encierran maravillas de concepción y de dibujo.

La Biblioteca del Vaticano es la primera colección de Manuscritos de todo el universo. El local no puede ser más bello ni más suntuoso. La Sala Grande, de 216 pies de longitud por 49 de anchura, está adornada con preciosos frescos y con elegantes armarios cerrados. De esta Sala arranca una doble galería, vistosísima, de más de 1,000 pies de longitud.

Los Manuscritos no bajan de 25,000, y entre ellos los hay griegos, latinos, árabes, persas, turcos, siriacos, hebreos, etiopes, samaritanos, coptos, armenios, georgianos, indios , chinos , slavos. — De los innumerables tesoros que allí se guardan, sólo he visto algunas cartas de Enrique VIII á Ana Bolena; un cuaderno de borradores del Tasso, que por cierto corregía mucho sus poesías; una Biblia del siglo VI; la República de Ciceron, y un Virgilio del siglo V, adornado de preciosas miniaturas.

La Biblioteca del Vaticano comprende además 30,000 Impresos; — un Museo llamado profano ; — otro de Antigüedades cristianas, en que se ven Lápidas procedentes de las Catacumbas, pinturas de los maestros griegos anteriores con mucho al renacimiento de las artes. Cálices antiquísimos, y otros muchos objetos pertenecientes á los primeros cristianos; — un Gabinete en que hay seis armarios llenos de ídolos, estatuitas, inscripciones en bronce , utensilios de todo genero de los antiguas romanos, y la cabellera de una mujer, perfectamente conservada, aunque tendrá más de quince siglos, que se encontró en un sarcófago gentil; — una Sala de Pinturas bizantinas; — el Gabinete de los papirus;— ocho Salas más, atestadas de curiosidades históricas; — el Gabinete de las Medallas; — y la Sala de las Bodas Aldobrandinas , donde se halla el famoso Fresco de este nombre, cuya importancia ha desaparecido después de las exhumaciones de Pompeya.

Hasta aquí la Biblioteca. — Ahora empieza el verdadero Museo del Vaticano, vastísima ciudad que encierra los despojos de mil generaciones. Baste saber que aquel Museo, el primero del mundo, tiene una gran Sala destinada exclusivanmente á Bustos de la antigüedad ; una Galería llamada de los Candelabros; una sala de Animales esculpidos; otra galería llena de Estátuas; patíos atestados de Sepulcros y de grandes Vasos ; un departamento que encierra todo un Museo Etrusco; otro que equivale á un Museo Egipcio , y muchos que llevan nombres especiales y que bastarían al lustre de la más culta capital , como son el Museo Chiaramonti, la Galería Lapidaria, el Museo Pio Clementino, etc.

El Museo del Vaticano, — lo repito,— es un pueblo, ó, por mejor decir, un genio de piedra. Allí se encuentran todos los hombres cé-