intensa cuanto mayor se manifestó la oposi- ción de sus padres, quienes, inmediatamente de percibir los amoríos, cerráronle al galán las puertas de la casa.
Iníciase, de este modo, la exposición de la pieza, que, como otras de igual asunto, se des- arrolla en tres actos. En el primero, el auto- ritario don Cecilio, apelando a recursos veda- dos, hace uso de su privanza,con el virrey del Pino, y consigue que éste aleje a Thompson de Buenos Aires, para lo cual le confía la mi- sión de conducir un patache a Montevideo llevando la carta del negro, o sea la orden de quedarse allí a prestar sus servicios militares. Entre tanto, los padres de la doncella inten- tan vanamente hacerla tomar por esposo al que ellos le tienen destinado, el cual, si no fa- Ma una antigua tradición de familia, era un
don Juan, ya un tanto revenido, el capitán
el placer de verse reproducidos en la tercera y hasta en la cuarta generación, lo que constituye, en uuestros días, una verdadera rareza.