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rácter, bondadoso y expansivo, resignado y jovial, fuerzas bastantes para disimular púdi- camente sus congojas, a fin de no afligir la tristeza de los otros y para encender en ellos la luz de la dorada ilusión y el fuego confor- tador de la divina esperanza. Dejadme, seño- ras, documentar estas afirmaciones y comple- tar, con algunos rasgos, la silueta prometida, utilizando, al efecto, la correspondencia cam- biada durante esos años entre María Sánchez de Mendeville y sus hijos y amigos íntimos, de quienes se veía cruelmente separada y con los cuales continuaba, por escrito, la inte- rrumpida tertulia de anteriores y más dulces días.
Una larga carta suya dirigida a Alberdi el 25 de mayo de 1839, describe personajes y escenas de la proseripción, de sumo interés documentario y que podrían ser trasladados al lienzo, tal es la animación y colorido de la
pintura. Juzgad :