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PLULKTTE
A 25 de
Las manifestaciones c-ontiníían en las calles,
en ciertas calles, por lo menos. Incesantemente
estoy obligada a dar rodeos para poder circulir.
Sin embargo, se trabaja. Primera función so-
lemne con las invitaciones de rigor. Pero los
grandes duques no están en su palco, el cu"1
permanece vacío durante la representación.
El pííblico, no obstante lo que pasa, se pre-
senta con la elegancia de las noches de gala-. Hay
joyas en profusión y trajes suntuosos. El teatro
está lleno. Los embajadores ocupan sus sitios; se
improvisados, cuyo lujo desenfrenado es insul-
tan te.
Parece que — mientras el pan comienza a esca-
sear y el pueblo bajo sufre una cruel miseria,
desde que tantos hombres partieron para la gue-
rra — m uchos grandes personajes han hecho for-
tunas escandalosas, especulando con esas mi-
serias.
Se hace negocio con todo, con los abasteci-
mientos de víveres, con el armamento y con los
efectos militares. (:omo en la mayoría de los ca-
sos los especuladores son altos dignat-rios o
personas muy protegidas, la justicia no quiere
tomar cartas en el asunto.
- Dios mío! ¡La justicia en,Rusia!... iQué
irrisión!...