DIARIO
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A 24 de
He aquí el momento tan esperado. Me parece
que sueño. Después de tantas semanas, en con-
tinuas alternativas de esperanzas y de angustia,
me he sostenido con firmeza, he apurado la pa-
ciencia, y he luchado con provecho.
Siento un gran alivio a la vez que la tristeza
de ver perdido el hermoso sueño que forjé de
volver a encontrarme aquí en una Rusia tran-
quila por fin y corregida, donde proseguir la
tarea artística que varias personas nos habíamos
propuesto.
La revolución y la infamia bolcheviquista no
han permitido que veamos el fin de nuestro em-
peño.
Pero tenemos el justo orgullo de haber per-
manecido en nuestro puesto, tanto tiempo como
fué humanamente posible, haciendo propaganda
francesa — la más hermosa de las propagandas —,
la que en nuestra querida lengua, interpreta las
obras maestras de la literatura francesa. Tene-
mos el orgullo de sentir, que en plena tormenta,
hasta hombres que llenan de terror a Rusia, y
que saquean y matan, nos tienen respeto y con-
si deracíones.
Ha sido necesario, para que nuestra querida
empresa fuera interrumpida, que el bolchevi-
quismo cayera en el último de los envilecimien-
Página:Diario Comedianta Francesa Bajo Terror Bolchevista.djvu/183
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