DIARIO DIE UNA COMEDIANTA 79
rizaciones de este género, valientemente me re- signo a ir a ver a Lounatcharsky, comisario de los teatros del Estado.
Tal vez me ayude a sacar mis fondos del Banco.
A 13 de Enero.
Ñ
En el despacho de los teatros donde Lounat- charsky es comisario y poderoso soberano, la multitud espera.
Hay gente por todas partes, en los pasillos y en las escaleras. Felizmente voy armada de una gran paciencia.
Un empleado me pregunta mi nombre y lo inscribe en una larga lista.
Se debe esperar, en efecto. Aquí cada uno entra cuando le corresponde. Acabó el recurso tradicional de las propinas.
Los bolcheviques suprimieron las propinas, que era uno de los recursos esenciales de la vida rusa.
Estiman degradante ese medio de corrupción inventado por los burgueses.
Tal vez no han hecho mal en eso.
¡Si por lo menos se hubieran limitado a refor- mas de este género!
Después de esperar una hora, me hicieron pasar. En la primera sala tuve que sufrir un ver- dadero interrogatorio, hecho por un secretario.
