comunicando los océanos Pacífico y Atlántico, bajo los paralelos 52° 12' y 52° 22' Lat. respectivamente. En su corrida del uno al otro mar forma una especie de ángulo obtuso, cuyo vértice vuelto al S., se halla en el cabo de Froward ó de Santa Águeda. Se dirige, pues, desde el desembocadero del Pacífico casi directamente al SE. hasta dicho cabo por un espacio de 274 kilómetros con trechos ó pasos angostos y tortuosos; desde el mismo cabo, ó más bien desde el inmediato de San Isidro hasta la Segunda Angostura, corre al N. una extensión de 152 kilómetros; y desde aquí continúa hacia el NE. y al E. por otros 166 hasta su salida al Atlántico. Por consiguiente, su longitud de extremo á extremo, ó sea entre los cabos de Pilares y de las Virgenes, es de 592 kilómetros. Esta ha sido estimada en 1580 por el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa en 110 leguas marinas; por el inglés Narborough, 1670, en 116; y en 107 por Don Antonio de Córdoba, comandante de la fragata «Santa María de la Cabeza», en 1786. El comandante Enrique Trollope, del buque inglés «Rattlesnake», que lo pasó en ocho dias á mediados de mayo de 1853, le asigna 312 millas marinas, y el capitán Ricardo C. Mayne, comandante del «Nassau», que lo exploró en 1867, le da una extensión de 320 millas, que apenas difiere de la de Córdoba. Esta distancia es la navegable; mas, la en línea recta, desde el cabo de Pilares al de las Virgenes, no excede de 240 millas marinas ó 445 kilómetros. Su anchura, por término medio, es de cinco á seis kilómetros en más de la mitad de su longitud; pero en partes se abre en mayor extensión, como sucede á sus entradas del Pacífico y Atlántico, y frente á las bahías Inútil, de Gente Grande, de Santiago y de la Posesión, y á las bocas de los canales de Smyth, de Santa Bárbara y de la Magdalena; y en otras se reduce á un angosto trecho, como en los trayectos de Paso Largo, Brazo Tortuoso y Segunda y Primera Angostura. De su costa norte ó continental salen los canales de Smyth y de San Jerónimo, y de la austral, los de Córdoba, Santa Bárbara y de la Magdalena, abriéndose en las mismas costas varios y diversos puertos, radas y caletas y echándose en ella algunas corrientes cortas de agua, como el río de San Juan, &c. Dentro de su cauce contiene las islas de Carlos III., de Isabel, Magdalena, Marta y algunas pequeñas. Es un interesante brazo de mar que en todo su largor ostenta múltiple variedad de bellezas naturales y pintorescas vistas, aunque en su aspecto y carácter esenciales forman dos secciones distintas. La occidental, desde el Pacífico hasta Cabo Negro, más arriba del puerto de Punta Arenas, es de riberas montuosas y cubiertas de arbolado, de márgenes altas, acantiladas y abiertas en sucesivas pequeñas abras y caletas y de frecuentes vientos occidentales que le traen tiempo oscuro y lluvioso. La sección oriental es de condiciones diferentes á la anterior. Desde el Cabo Negro hasta el Atlántico, las riberas del estrecho pierden el carácter montañoso; desaparecen los árboles y arbustos, son más bajas y se convierten, en general, en lomas y en llanuras herbosas que van
