ROB | Biográfico de Chile | 89 | ROB |
humano sacrificador del coronel Robles y prometió inflijirle el condigno castigo. Mas tarde se olvidó de este compromiso contraido consigo mismo y con el ejército. Trasportado el cadáver mutilado a Iquique, fué recibido por la Bomba Italiana y recojido por los doctores Ramírez Salcedo y Luis Gana, que lo condujeron a bordo del vapor Isis para que fuese trasportado al sur. Era tan horrible el estado de profanacion del cadáver del coronel Robles, que el caballero ingles, jefe del ferrocarril, Mr. Federico Rowland, se impresionó tan viva y profundamente de aquel salvaje espectáculo, que cayó herido de muerte en la propia estacion de la empresa de que era respetable jefe. La Junta de Gobierno de la revolucion ordenó la sepultacion de los restos del infortunado coronel, que fueron colocados en un modesto cajon de madera y se depositaron en el suelo salitroso de aquel campo santo. Una pobre y tosca cruz, con el nombre de Robles, señalaba aquella humilde tumba del mártir del deber militar. Mas tarde, el doctor don Benicio Montenegro hizo rodear ese triste sepulcro con una reja de madera y le colocó una cruz de dos metros de altura, que parece clamar justicia con sus brazos levantados hácia el cielo, en la que se lee esta inscripcion:
Coronel Eulojio Robles. Falleció el 7 de Marzo de 1891, victima del deber. A su lado repoman los restos de los compañeros de armas y de martirio del coronel Robles, los comandantes Ruminot y Méndez, que sucumbieron atrozmente inmolados como fieras. El coronel Robles, que era un notable oficinista militar, no fué jamas cortesano de ningun Gobierno. Siempre vivió alejado, por carácter y por su índole independiente, de todo favoritismo oficial. Sus ascensos los conquistó por su valor y por sus merecimientos. El Presidente Balmaceda lo ascendió al grado de jeneral, anunciándole por telégrafo su galardon, despues del combate de Huara. Antes de este combate, el jeneral Urrutia le intimó se rindiese y el coronel Robles le contestó con bastante altura que su deber era morir en su puesto antes que faltar a los mandatos de la lei. De temple antiguo, era un militar de severa moralidad y disciplina. Su patriotismo era superior a todos sus sentimientos de hombre y de padre de familia. Su vida fué ejemplar, pues era un modelo en el cuartel, en los campamentos y en el hogar. Su sacrificio por la lei y por la patria, le da derecho a figurar como un mártir en la historia.ROBLES (ALEJANDRO).
Escritor humorista. Nació en San Vicente de Tagua-Tagua, en la provincia de Colchagua, en 1849. Fueron sus padres don Juan J. Robles y la señora Cármen Gallegos. Hizo sus estudios de humanidades en el Seminario de Santiago. Desde jóven dió muestras de poseer un chispeante injenio de escritor humorista. Luciendo en sus escritos la gracia nativa, que es peculiar de la estirpe popular, se ha caracterizado en el periodismo como festivo escritor de costumbres. Sus artículos, llenos de chiste y espiritualidad, se han rejistrado en la prensa nacional, llamando la atención pública por la agudeza de sus epigramáticas concepciones. Dedicado a los trabajos de campo, desde la soledad de los valles de12