vó en sus hijos, nietos, y descendientes, y que se llamó Léngua Materna, porque los niños la aprendían en los brazos, y à los pechos de sus Madres. Este Idióma quedó tan sepultado en el olvído, que no ha permanecido mas que la cierta memória de que le huvo: lo que naturalmente no puede haver sucedido, sino por una totál corrupción, ò por la introducción de otra, ù otras Lénguas diversas: al modo que en las Províncias se han perdido la antígua Religión, las primitivas leyes, las costumbres, y los trages, para todo lo qual han sido siempre poderosas las armas, y la autoridád de los vencedóres.
5 Strabon Geógrapho, que vivió en tiempo de Tibério, tan docto y diligente, como saben los erudítos, refiere que en los tiempo antíguos huvo en España diversas Lénguas: y haviendo sido una la que hablaron los primitivos Españoles, no paréce que esta diversidád se puede atribuir à otra causa, que à la de haver salido de su Pátria por aquella memorable sequedád de tantos años, que les obligó à desampararla, y à buscar en tierra extrañas remedio à su necessidád.
6 Como fueron diversas las Províncias à que aportaron, y en ellas se detuvieron algunos años, es naturál que con el trato y comunicación con aquellos Pueblos viciassen y corrompiessen la Léngua própria: y assi no es de extrañar, que quando volvieron a España, despues de haverla fecundado el Cielo, y restituído benigno con las llúvias su antígua fertilidád, traxessen la variedád de lenguages que Strabon afirma, como les sucedió à los Hebréos despues de la captividád de Babilónia, conforme enseñan los hombres mas doctos en las sagradas letras.
7 Por los años de 516. de la fundación de Roma entró Amilcar, General de la República de Cartágo, en España, y con sus armas puso debaxo de su Império lo que es ahóra Andalucía, Réino de Granada, Réino de Murcia, y parte del Réino de Valéncia, hasta cerca de Sagunto: y passando sus términos, sugetó todas las costas de Cataluña, donde para seguridád de las armadas, y tener à raya los Pueblos vecinos, fundó à Barcelóna, dándola su apellido. Asdrubal sucessor de Amilcar en el gobierno, y despues de él Annibal, dilataron el domínio Cartaginés en grande parte de España; pero lo mas fué en las costas del Mediterráneo, y en los parages immediatos à ellas, procurando hacer assi estables sus conquistas: con que es factible que en estas partes intentassen que se hablasse la Léngua Púnica, al modo que introduxeron sus monédas.
8 Annibal, no obstante las protestaciones del Pueblo Romano, sitió à los Saguntinos confederados con él, obligándolos à que entregassen su Ciudad à las llamas, y sacrificassen à la amistad sus vidas: cuya injúria tomó tan à pechos el Senádo y Pueblo Romano, que en el año de 535. envió à Gneyo Scipión con armada, y gente, el qual desembarcó en Ampúrias: y desde entonces se continuó la guerra entre Romanos y Cartagine-