VIII
¡Libres!
IX
Te costará más trabajo doblar una brizna de paja, que a él doblar tres rieles de hierro formando haz. Te costará más trabajo levantar y llevarte a los labios una taza de agua, que a él levantar un mar entero, sacudirlo, agitarlo, coronarlo de espuma y verterlo sobre la tierra. Muerde una montaña con más facilidad que tú un terrón de azúcar. Rompe tres cables metálicos tranzados en uno con más facilidad que tú un hilillo podrido. Te cubrirás de sudor y te pondrás como la grana si intentas deshacer un hormiguero con un palo, y él es capaz de destruir toda la ciudad de un solo golpe. Levanta en alto un buque, como si fuera una piedrecilla, y lo estrella contra la costa. ¿Has visto fuerza semejante?
X
Cuanto estaba abierto, él lo cerró. La puerta de tu casa se incrustó en las paredes, y las paredes, la puerta, el techo te estrujaron. Pero abrió las puertas de la cárcel, que tú habías cerrado tan cuidadosamente.
¡Tú, el rico, a quien detesto!