Página:Diez años de destierro (1919).pdf/51

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
49
 

sul; pero no pude determinarme a ahogar aquel canto del cisne que aún iba a sonar sobre la tumba de la libertad francesa. Alenté a mi padre en su propósito, y aplazamos hasta el año siguiente decidir si publicaría lo que estaba escribiendo.

La noticia de haberse firmado los preliminares de paz entre Inglaterra y Francia vino a colmar los triunfos de Bonaparte. Al saber que Inglaterra le había reconocido, dudé de la justicia de mi aversión a su poderío; pero las circunstancias desvanecieron sin tardar mi escrúpulo. La condición más notable de los preliminares era la evacuación total de Egipto, de suerte que esta expedición no había tenido más resultado que hacer hablar de Bonaparte. Varios escritos publicados en lugares adonde su poder no alcanza, le acusan de haber mandado asesinar al general Kleber en Egipto, por envidia de su prestigio; personas fidedignas me han dicho que el desafío en que el general Reynier mató al general Estaing fué provocado por una discusión sobre ese asunto.

Con todo, es difícil creer que, hallándose ausente del lugar del atentado, haya tenido Bonaparte medios de poner en las manos de un turco un arma contra un general francés. No debe alegarse contra él nada que no esté probado; el brillo de las verdades más notorias se empañaría si entre ellas se descubriese el más pequeño error. No hay que combatir a Bonaparte con ninguna de sus armas.

Retrasé la vuelta a París para no presenciar la gran fiesta de la paz; no hay sensación tan penosa

Diez años