natural de Mallo[1]. El octavo escribió de geometría. El noveno fue poeta epigramático. Y el décimo fue de Tarso, y filósofo académico.
1. Crantor Solense, siendo ya admirado en su misma patria, se pasó a Atenas y oyó a Xenócrates en compañía de Polemón. Dejó hasta tres mil versos de Comentarios, de los cuales hay quien atribuye algunos a Arcesilao. Dicen que siendo preguntado por qué estaba tan prendado de Polemón, respondió: «Porque no he oído a otro más agudo ni grave». Hallándose enfermo, se fue al templo de Esculapio y paseaba allí. Concurrieron luego a él diferentes, creyendo que no estaba por enfermedad sino porque quería establecer allí escuela. Uno de éstos era Arcesilao, que pedía lo recomendase a Polemón, si bien era ya amigo suyo, como diremos cuando tratemos de Arcesilao. Y aun él, luego que sanó, se fue a oír a Polemón, por cuyo hecho fue muy admirado.
2. Dícese que dejó sus bienes al mismo Arcesilao, y eran doce talentos; y que preguntado por éste dónde quería ser enterrado, dijo:
- Conviene que volvamos
- al seno de la tierra, nuestra amiga.