ve siquiera dulcificada por el placer de hacer bien! Mas para ver el fin de tantos cuidados y fatigas, sería necesario que estas voces potestad y reputacion tuviesen un sentido en su entendimiento; que comprendíese que hay una clase de hombres que cuentan por una gran cosa los acatamientos del resto del universo, y que saben ser felices y estar contentos de ellos mismos con las demostraciones testimonios agenos, mas bien que con los suyos propios. Tal es, en efecto, la verdadera causa de todas esas diferencias: el salvage vive en sí mismo; el hombre social, siempre fuera de si, no sabe vivir sino en la opinion de los otros, y es del juicio solo, por decirlo así, que ellos hacen de él, de donde deduce el sentimiento de su propia existencia. No es de mi íncumbencia, ni tiene conexion con mi asunto, el demostrar por que causa, de una disposicion de esta especie nace tanta indiferencia para el bien y el mal, con tan bellos discursos morales: por que razon reduciendose todo á las apariencias, no hay cosa que no se convierta en facticia y frívola, el honor, la amistad, la virtud, y muchas veces hasta los vicios mismos, de
Página:Discurso sobre el origen y los fundamentos.djvu/159
Apariencia