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MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

dre María de Agreda muchos indios, que se refiere en sus escritos. Y por su intercesión fueron en años pasados á dar dos religiosos de mi orden á aquel reino, que baptizaron muchos indios, siendo su mesmo príncipe el primero que recibió el baptismo. De este reino tuvimos embajadores, llegando á pisar los umbrales de las primeras poblazones de esta nación, y esto fué el año de 84 por el mes de Mayo, habiendo entrado el de 83, llegando juntamente á pisar las tierras de la nación Aijados, inmediata al gran reino de Quivira, de quienes hace mención Fr. Alonso de Benavides, y por estar dichos Aijados de guerra con las naciones que teníamos en nuestra amistad, no les comuniqué, aunque trataban ya de amistarse unos con otros. No dista de la Gran Quivira setenta leguas: hablo, Señor, con esta certidumbre por ir en mi compañía el Capitán Hernando Martín, quien años pasados estuvo en las primeras poblazones de aquel reino. También, Señor, anduve y vide las tierras de muchas naciones enemigas, que perjudican á la Vizcaya y sus contornos, cuya habitación tienen 40 leguas adelante de la Junta de los ríos, por la parte Sur y Oriente, y para ejecutar sus asaltos, hacen mansión en la sierra que llaman del Diablo, y ejecutada la maldad, se retiran á dicha su habitación, y cuando quieren acudir desde el Parral con el remedio, es materia inconcebible por las ásperas montañas que se atraviesan. Todo esto, Señor, hablo como testigo de vista y de experiencia, pues estando en esas tierras el año 84, hicieron dichos enemigos muchos robos en el Parral, y experimentamos esta verdad: causa, Señor, porque he solicitado con vuestro Virey y Fiscal, con singulares instancias, el fomento de aquellas conversiones de la Junta de los ríos, por conocer la seguridad en que quedaba dicho Real del Parral y sus contornos; mas nada he podido conseguir, remitiéndose á ese vuestro Real Consejo de las Indias la resolución de esta materia, aun previniendo yo los daños que de la dilación se pueden seguir. Experimentándose ya desde el año de 84, pues se han llevado del Parral muchísimas caballadas y muladas, así de carreteros como de mineros, asolando haciendas de ganados mayores muy gruesas, y matando mucha gente, pues se llegó á despoblar de la jurisdicción del Parral desde el pueblo que llaman Carretas, que cae 30 leguas adelante del pueblo de Casas Grandes, hasta. San Francisco de Conchos y pueblo de Julimes. Y todo esto lo tengo representado á vuestro Virey y Fiscal por repetidos memoriales y juntamente lo arriesgada que está esta Nueva España perdidos aquellos reinos, pues con el mal ejemplar del Nuevo México, se avilantarán las naciones amigas y enemigas. Toda esta verdad, Señor, le constará á V. M. jurídicamente, si manda com-