»Enciéndeme sólo lo católico, el ser vasallo leal de V. M. y el haber visto ocularmente la lastimosa pérdida de tantas almas, pues átodo me he hallado presente. Y cuando vuestro Fiscal había de solicitar las causas de la pérdida de aquel reino, de personas de conciencia, se vale de la mesma persona y sujeto en cuyo gobierno se perdió, como V. M. verá por las respuestas dadas por dicho vuestro Fiscal D. Pedro de la Bastida, de las cuales no se me ha querido dar testimonio, porque en la ocasión no las remita á ese vuestro Real Consejo de Indias, y por conocer que la noticia clara, distinta é individual que se pide en vuestra Real Cédula de 2 de Agosto, la tengo yo dada y representada, y vista en Junta general á 3 de Agosto del mesmo año de 85, como todo constará en dichos mis memoriales, que paran en este oficio de gobierno; y viendo que no conseguía el testimonio jurídico, tuve por acertado remitir (como remito) á vuestro Oidor D. Lope de Sierra Osorio los tantos simples (aunque firmados de mi nombre) de dos memoriales, el uno visto en Junta general á 3 de Agosto de 85 y el otro presentado á 24 de Marzo de este presente año, el cual pongo en manos de V. M. firmado de mi nombre, que por él se reconocerá lo que tengo prevenido y representado. Y juntamente hice un mapa de todas esas tierras del Oriente y naciones, significada en él la pérdida del Nuevo México y los templos que lastimosamente consumió el fuego, el cual dediqué á V.M., por pedir noticia clara y distinta de todas esas tierras, el cual entrego yo personalmente á vuestro Virey junto con el Memorial incluso , y he tenido noticia no se remite á ese vuestro Real Consejo, y así remito también dicho mapa [1] por mí dispuesto, como quien anduvo y vido, demarcó y penetró las tierras del Oriente, y reconoció los rumbos de esas tierras que pretende el Rey cristianísimo poblar, y no dudo que con las conveniencias del país y docilidad de las naciones lo consiga. También tengo representado por parte de mi Religión sagrada, lo conveniente que es la mudanza del puesto en que se hallan hoy retirados los vecinos de la villa de Santa Fee, porque tuviesen el sustento sin costo de vuestra Real Hacienda, pues en los primeros pueblos perdidos del Nuevo México había sobradas conveniencias de acequias y tierras para poder sembrar y mantenerse, pues en el puesto donde hoy se hallan dichos vecinos no lo pueden conseguir por la incomodidad del país, como tienen representado dichos vecinos por dos ó tres veces á esta corte, previniendo también el que hostigados de la necesidad iban desamparando aquel reino, pidiendo se les
- ↑ No se halla en el Archivo de Indias.