mas la veía mientras más hablaba.
La verdad contra el riesgo me alentaba;
si ésta te ofende, tu desgracia siento;
obedezco, mi Rey, de tí me ausento,
Alma. solo.De qué sirve vasallo que no adula
De qué sirve ser Rey, si se le anula,
por rígidos consejos de un anciano,
el despotismo, que hace al Soberano?
Almanzor, y la Condesa.
Alma. En tu semblante hermoso, aunque tan triste,
ya conozco, Señora, que leíste
aquel papel que mis designios muestra.
Alek también, aunque su voz siniestra
solo me vaticina culpa o muerte,
me ha dicho que te ha visto: he de deberte
fineza tal, que si parece odiosa
a tus ojos por madre, es más gloriosa
mirada como Reina, á quien se humilla
con el noble Condado de Castilla
el cordobés Imperio. Lo presento
á tus plantas en prueba y monumento
de que sabe Almanzor agradecido
premiar el beneficio recibido.
Bien sé que en la pueril ternura amante
cuesta resolución tan arrogante;
pero espero, que ya considerado
el gran valor de la razón de estado,
habras juzgado acción menos impia