Sylock, te ofrecen tres veces el doble de esa cantidad.
¡No! ¡no!: lo he jurado, y no quiero ser perjuro, aunque se empeñe toda Venecia.
Ha espirado el plazo, y dentro de la ley puede el judío reclamar una libra de carne de su deudor. Ten piedad de él: recibe el triplo, y déjame romper el contrato.
Cuando en todas sus partes esté cumplido. Pareces juez íntegro: conoces la ley: has expuesto bien el caso: sólo te pido que con arreglo á esa ley, de la cual eres fiel intérprete, sentencies pronto. Te juro que no hay poder humano que me haga dudar ni vacilar un punto. Pido que se cumpla la escritura.
Pido al tribunal que sentencie.
Bueno: preparad el pecho á recibir la herida.
¡Oh sabio y excelente juez!.
La ley no tiene duda ni admite excepcion en cuanto á la pena.
¡Cierto, cierto! ¡Oh docto y severísimo juez! ¡Cuánto más viejo eres en jurisprudencia que en años!