¡Echa a los perros tus medicinas! ¡Pronto, mis armas, mi cetro de mando! ¡Séton, convoca á tus guerreros! Los nobles me abandonan. Si tú, doctor, lograras volver á su antiguo lecho las aguas del rio, descubrir el verdadero mal de mi mujer, y devolverle la salud, no tendrian tasa mis aplausos y mercedes. Cúrala por Dios. ¿Qué jarabes, qué drogas, qué ruibarbo conoces que nos libre de los ingleses?... Iré á su encuentro, sin temer la muerte, mientras no se mueva contra nosotros el bosque de Dunsinania.
Si yo pudiera huir de Dunsinania, no volveria aunque me ofreciesen un tesoro.
Campamento á la vista de un bosque.
MALCOLM, CAITHNÉSS, un SOLDADO, SUARDO y MACDUFF.Amigos, ha llegado la hora de volver á tomar posesion de nuestras casas. ¿Qué selva es esta?
La de Birnam.
Corte cada soldado una rama, y delante cúbrase con ella, para que nuestro número parezca mayor, y podamos engañar á los espías.
Así lo haremos.