Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/240

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
220
COMEDIA DE EQUIVOCACIONES.

Antífolo de Éfeso.—Yo, digo que eres un asno.

Dromio de Éfeso.—Por cierto que así parece por los malos tratos que recibo y por los golpes que sufro. Debería responder á un puntapié con una coz, y entonces os guardaríais de mis cascos y tendríais cuidado con el asno.

Antífolo.—Estáis triste, señor Baltasar. Ruego á Dios que nuestro banquete responda á mi buena voluntad y á la buena acogida que recibiréis aquí.

Baltasar.—Doy poco valor á vuestro banquete, señor, al lado del alto valor de vuestra buena acogida.

Antífolo.—¡Oh! señor Baltasar, sea carne ó pescado, una mesa llena de buena acogida hace parecer pobre el plato más exquisito.

Baltasar.—La buena vianda es común, señor; se encuentra hasta en la mesa de todos los rústicos.

Antífolo.—Y una buena acogida es aún más común; porque no es nada sino palabras.

Baltasar.—Mesa parca y buena acogida hacen una alegre fiesta.

Antífolo.—Sí, para un huésped avaro y un convidado aún más mezquino. Pero, aunque mis provisiones sean exiguas, aceptadlas de buena gracia: podéis encontrar mejor festín, pero no ofrecido más de corazón.—Pero despacio, mi puerta está cerrada. (Á Dromio.) Vé á decir que se nos abra.

Dromio.—(Llamando.) Hola, Magdalena, Brígida, Mariana, Cecilia, Giulieta, Juana.

Dromio de Siracusa.—(Dentro.) Silencio, caballo de noria, capón, gañán, idiota! Aléjate de la puerta ó siéntate en el umbral. ¿Andas reclutando mozas que así llamas tal surtido de ellas, cuando con una sola hay ya una de más? Vamos, vete de esta puerta.

Dromio de Éfeso.—¿Qué belitre nos han dado de portero?—Mi amo espera en la calle.