Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/359

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
337
DE WINDSOR.

Ana.—¿Cuál es vuestra voluntad, vuestra disposición?

Slender.—¿Mi voluntad? ¿Mi disposición? Este sí que es chiste. Gracias á Dios, no soy tan enfermizo que haya tenido que hacer mi disposición, ni mi voluntad. No he hecho testamento.

Ana.—Quiero decir, señor Slender, ¿qué es lo que deseáis de mí?

Slender.—Por lo que á mí toca, en verdad, poco ó nada tendría que hacer con vos. Vuestro padre y mi tío lo han hablado entre ellos. Si sale bien, bueno: si no, también. Ellos podrán deciros mejor que yo cómo van estas cosas. Aquí viene vuestro padre; podéis preguntarle.

(Entran Page y la Sra. Page.)

Page.—Bien, señor Slender. Ámale, Ana, hija mía. ¿Qué hacéis aquí, señor Fenton? Sabéis que me inferís agravio empeñándoos en visitar esta casa. Ya os he dicho que he dispuesto de mi hija.

Fenton.—Os suplico no os impacientéis, señor Page.

Sra. Page.—Mi buen señor Fenton, no volváis á acercaros á mi hija.

Page.—No es un partido para vos.

Fenton.—¿Queréis escucharme, señor?

Page.—No, mi buen señor Fenton. Venid, señor Slender: venid adentro, así. Sabiendo mi decisión, señor Fenton, me agraviáis.

Fenton.—Señora Page: amando á vuestra hija con toda la verdad y honradez de mi afecto, fuerza es que sostenga mi pretensión á pesar de todos los obstáculos, repulsas y desaires, y que no desista. Concededme, os suplico, vuestra buena voluntad.

Ana.—Buena madre mía, no me caséis con ese idiota que está allí.

Sra. Page.—No es mi intención. Busco mejor esposo para ti.

Aprisa.—Y ese es mi amo, el señor doctor.