SIELLA ES mi papá... Es muy lejos, me dice Alex, y hay mucha nieve allí. Tanta nieve, como hay agua en el mar.
—¿Y el barco cómo entró entonces? pregun- tó la Perla.
Todos esperaban una explicación.
—Porque entra cuando se derrite la nieve, dijo Miguelito.
El grito que lanza aquél que creyéndose perdido ve una rama y quiere asirse, fué el grito de Stella al oir la respueste de su primo.
—¡Ab!... ¡Es cierto que la nieve se derrite! ¿Y podrá derretirse tanta nieve?...
Albertito, grande € inteligente, se dió cuen ta de lo que pasaba en la niña, y se apresuró 4 decirl
—Sí, mi hijita: la nieve se derrite toda, to- da, y es entonces que dejando libres á los barcos de los exploradores, pueden éstos vol- ver, Todos los que van, tardan muchos años en regresar, querida; hacen largas inverna- das, muy largas, de años y años... pero vuel- ven ellos siempre,
—¡Será entonces,.. será entonce se habrá derretido toda la nieve que podrá volver muestro papá! exclamó ella con la voz de una esperanza que resucitaba,
Máximo vió turbio un momento, Sólo el sabía lo que verdaderamente pasaba en esa pequeña alma, que era única entre. miles y millones de pequeñas almas,
Cuando miró otra vez á Alejandra, sus ojos
cuando