grado como sigue:
Interior, don Carlos Alberto Ruiz, radical; Relaciones Exteriores, don Pedro Rivas Vicuña, radical; Hacienda, don Agustín Correa Bravo, balmacedista; Justicia e Instrucción Pública, don Marcial Martínez de Ferrari, liberal; Guerra y Marina, el General don Luis Altamirano; e Industria y Obras Públicas, don Juan Vargas Márquez, demócrata.
La reacción del Senado fue extremadamente airada. Apenas cono- cida la nómina de los Ministros, se presentó un proyecto de acuerdo, firmado por los Honorables Senadores Errázuriz Lazcano, Letelier Silva y Concha Subercaseaux, el cual decías "El Ministerio no cuenta con la confianza del Senado". La votación del proyecto fué de 18 votos a favor y 8 en contra, a pesar que en la Cámara de Diputados el Gabinete recibió un voto de confianza por 47 votos contra 25.
La solución de la crisis fué larga y laboriosa. Las tentativas de formar un equipo ministerial con "aliancistas" y "unionistas" fracasaron después de barajar nombres y posiciones ideológicas dentro de cada partido. No quedó otra alternativa que llegar a un Gabinete de Administración compuesto por personas alejadas de la política activa y que dieran garantías de libertad electoral.
Así nació el Ministerio "Amunátegui-Bello Codesido" que juró el 2 de julio y que fué el undécimo en dos años y medio de Gobierno. Lo integraron: en Interior, don Domingo Amunátegui Solar; Relaciones Exteriores, don Emilio Bello Codesido; Hacienda, don Guillermo Subercaseaux; Justicia e Instrucción Pública, don Alcibíades Roldan; Guerra y Marina el General don Luis Altamirano; e Industria y Obras Públicas don Francisco Mardones.
Los meses que transcurrieron hasta finalizar el año 1923 estuvieron preñados de incidencias políticas derivadas de las campañas electorales parlamentarias que se realizaban en toda la República. Los discursos pronunciados en las giras de los candidatos de la Unión Nacional incitaban a la rebelión en contra del Gobierno. Se decía que el Presidente, con su Ministerio de Administración, pensaba e-