de dificultades sobrevinientes, que por la Unión Nacional se consideraron como incumplimiento de lo pactado, se produjo la renuncia de los Ministros del Interior, de Hacienda y Relaciones Exteriores. La Unión Nacional, lanzó otro violento Manifiesto, en el cual decía: "Poseída de profunda indignación, la Unión Nacional cree de su deber lanzar una última protesta en víspera de efectuarse la elección del Congreso Nacional, por la desenfrenada y organizada intervención de autoridades para coartar la libertad esencial de las democracias de elegir sus representantes".
Con este ambiente, y con sólo tres Ministros de Estados, se efectuaron las elecciones parlamentarias en Marzo de 1924. Hubo escenas violentas en diversas localidades y se formularon después los más nutridos cargos en contra del Gobierno. Sin embargo, sólo se formularon reclamaciones electorales en las provincias de Curicó, Ñuble, Bío Bío y Chiloé.
Los resultados electorales fueron decididamente adversos a la Unión Nacional. En efecto, la Cámara de Diputados quedó distribuída en la siguiente forma: Radicales, 20; Liberales Aliancistas, 19; Liberales Democráticos Aliancistas, 8; Conservadores, 21; Liberales Democráticos Unionistas, 16; Liberales Unionistas, 8; Demócratas, 12; y Nacionales, 5. O sea, 84 diputados da la Alianza Liberal contra 45 de la Unión Nacional. El Senado quedó integrado es la siguiente forma: Radicales, 10; Liberales Aliancistas, 7; Liberales Democráticos Unionistas, 2; Conservadores, 7; Liberales Democráticos Aliancistas, 3; Liberales Unionistas, 3; Nacional, 1; Demócratas, 4. O sea, 25 Senadores de la Alianza contra 12 de la Unión Nacional.
A poco andar se produjo el movimiento militar de Setiembre, que contó con las simpatías de la Unión Nacional y que trajo como consecuencia la renuncia del Presidente Alessandri y la instauración de una Junta de Gobierno presidida por el general Luis Altamirano.
Los parlamentarios de la Unión Nacional, en declaración entregada al Congreso el día 8 de Setiembre, dijieron al respecto: "Los últimos acontecimientos, aunque producidos también fuera del orden constitucional, han sido inspirados por nobles anhelos y patrióticos propósitos de bien público. La Acción del ejército y la Armada nos hace abrigar esperanzas de vuelta a la normalidad y de restauración nacional, y el personal del Gabinete nos merece amplia confianza". Sin embargo, se abstu