algunas figuras características, distinguiéndose de las exclusivas capas de la sociedad chilena. Integraban ésta una escasísima clase media -a base de mercaderes, artífices, dependientes y artesanos- dominada por las abrumadoras mayorías de los "platudos" (ricachones) y los pobretes. En el conglomerado no era corriente sorprender a las damas principales, quienes salían de sus casas acompañadas del negrito y después de la "chinita", para concurrir al templo o a alguna visita de confianza. Eran asimismo bien raras las exhibiciones de funcionarios en calesa, o después en birlocho; y aún más las de las gentes de tono, en su mayoría "gachupines" (cachupines), luciendo sus carrozas o landós tirados por mulas.
Cerca de los cuarteles metropolitanos pululaban los "milicos" y reclutas vigilando a los "presos" (presidiarios), a veces empeñados en las obras públicas; tal