Costumbre campesinas.
Las fincas rústicas como el cortijo, la granja y la huerta de España se adaptaron a las inmensidades del Nuevo Mundo en bien diversas condiciones. Desde California a la Patagonia las "encomiendas" otorgadas por la Corona a los Conquistadores pasaron a constituir las tradicionales "haciendas", a lo largo de los tres continentes; designándoselas por excepción, como "ranchos" en Méjico y los Estados Unidos y "estancias" en Uruguay, Paraguay y Argentina.
En las márgenes del Pacífico el creciente fraccionamiento de las heredades calificó como "fundos" a las grandes extensiones y como "chacras" a las más reducidas. Una creciente multiplicación generó en Chile las "hijuelas", las "posesiones" y las "quintas"; apartándose de la tradición con los "sitios" y las "parcelas".
En América no se perpetuaron los conceptos hispánicos de las "vegas", el "hontanar", las "majadas", las "dehesas", los "cármenes" y el "hortal", ni tampoco las "masias", los "pazos" y las "torres", pero surgieron especialidades como el indígena "bohio" del trópico y los "pagos" y "puestos" de la Argentina, aunque mas bien en calidad de conceptos.
De los personajes del agro, solamente puedo avenirse, relativamente, el campesino de Salamanca, evolucionando hacia el "charro" de Méjico; y, muchos atavíos del campesino español pueden sorprenderse, en franca evolución, al considerar el vario conjunto de la indumentaria rural de los países americanos. Ranchero, vaquero, llanero, cholo, guaso y gaucho, encabezan la lista, aunque el penúltimo interfiere con el "roto" de Chile y el último con el "pasisano" de la Argentina. Son posiblemente las alteraciones del sombrero las que más han enmendado la silueta del labriego, ya sea con el "sombrero" de los tejanos y mexicanos, en el norte, o bien del flexible o del chambergo del costado oriente del extremo sur. Chile se asimila a los países restantes con el tipo de sombrero, mas bien cordobés, la reducción máxima de la manta y su aproximación a la estampa del jinete. No se distinguen los diferentes tipos rurales por el vestir y se confirma la exclusión de un traje femenino en la gente de campo. Las adopciones indígenas son regionales y muy leves para ambos sexos.
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