arraigo colonial vinieron desarrollándose - nunca ha decaído su afición en los campos y campamentos - las "carreras cortas" de caballo especializados, en las cuales dos guassos no solamente tratan de estimular sus cabalgaduras sino que bregan para obstruirse el paso. Se le conoce como un pasatiempo de la campiña americana, designándosele en Argentina como "carreras cuadreras", a causa de sus breves recorridos de una dos cuadras.
Del género de las actividades propiamente agrícolas hay que asociar a las pruebas anteriores la "trilla a yeguas", segunda etapa de la cosecha del trigo. Regularmente este acto implica un espectáculo que atrae forasteros de los predios vecinos y marca un jalón en el año agrícola. Se le asocian algunos ejercicios ecuestres y una concentración de regocijos populares. En los comienzos del siglo habían adquirido nombradía las trillas de Longaví, Linares, San Javier, Loncomilla, Curanipe, Yerbas Buenas, Calbún, etc.
En el propio arte de cultivar la tierra cabe citar aquellos menesteres que en Chile tienen mas bien carácter privado. Nunca pasan estos acontecimientos de los límites de una concentración comarcana y en general se circunscriben al orden familiar. Una faena tan capital para la economía chilena como la vendimia nunca ha conseguido imponerse en el calendario rural. Es por ello que, recordando en la tierra labrantía los barbechos, las "melgas" (amelgas, surcos), las eras, la parva, los rastrojos, el lagar, etc.; hay que referirse en forma abstracta al roce, la cava, la aporca, la siembra, la cosecha, el trasplante, el desgrane, la deshoja y la poda; como del reino animal hay que citar el ordeño, el beneficio de las colmenas, el esquileo, la castración, el herradero, la marcación, etc.; como episodios domésticos. Por su ceremonial se destacan naturalmente los trabajos de la vid, realizados en los días de la vendimia y el proceso de la utilización del trigo, explicando