funcionalismo plural no debe confundirse con el uso de refranes provistos de rima - frecuentísimos en la lengua española - pero con finalidades específicas de su naturaleza:
No apure al ganado flaco,
que en la puerta se hace el taco.
A la mujer y a la cabra
la soga ni muy corta ni muy larga.
Y que obedecen a variadas modalidades de métrica en todos sus factores constitutivos.
De acuerdo con su morfología gramatical puede ser una frase, aunque estrictamente debe considerársela como oración con elemento verbal tácito - a costillas suyas, firme como un peral -; una oración simple y por completo expresa - el chancho limpio nunca engorda, un animal mañoso echa a perder una hacienda -; diferentes clases de oración compuesta -quien fue a Portugal, perdió su lugar; la plata se gana al sol y se remuele a la sombra; el que llega tarde, no oye misa ni come carne.
Conservando las peculiaridades que nos han permitido construir estas divisiones básicas de nuestro refranero, él se encuentra empleado a lo largo de todo el país, descollando su cultivo en algunos focos regionales, a causa de la persistencia de tradiciones familiares, del espíritu reflexivo y a la vez locuaz de sus habitantes, del fomento orientador por parte de autoridades educacionales, de la nutrida inclusión de fórmulas sentenciosas en textos de cantos, narraciones, rezos y controversias versificadas, entre las razones más notables. Según las investigaciones efectuadas hasta nuestros días, sobresalen diversas localidades de la provincias de Linares; el villorrio de Pumanque, en la provincias de Colchagua; las propiedades agrícolas de Aculeo, provincia de Santiago; la parte rural de la comuna de Casablanca, provincias de Valparaíso; sin desmedro de otros focos no estudiados aún, y de su vigencia nacional ya aludida, la cual nos inclina a suponer el mantenimiento futuro de esta función folklórica. Esta hipótesis se vería fuertemente apoyada con los estímulos que podría recibir el refrán en nuestro país gracias a la aplicación pedagógica, aprovechando