crítico, "la duda sobre la absoluta superioridad de su yo'. No sería un obstáculo, para alcanzar la perfección del yo, esa falta de paralelismo entre su vida pensada y su vida vivida?
la Al sentirse "incompleto", la envidia le ofreció como presa, a él, tipo—pensamiento, el conde Andrés, tipo—acción. El odio hacia Andrés, realización viviente de lo que a él le faltaba; el deseo de vivir objetivamente su vida subjetiva, avivando en Roberto su curiosidad pasional mal extinguida, le hizo sentir nostalgias de experiencias sentimentales, en el momento preciso en que una joven hermana de su rival se encontraba a cance. "Resoly realizar esa "vivisección sentimental' sin amar a Carlota, por pura curiosidad de psicólogo, por el placer de desdoblarme, de probarme a mí mismo que era capaz de actuar, por el deseo de manejar un alma viva, por contemplar el mecanismo de las pasiones, por vanidad intelectual, por la cruel voluptuosidad de humillar a mi rival, el conde Andrés, hermano de Carlota"su alLa joven, viviendo en un castillo perdido en las montañas de Auvernia, aislada moralmente en medio de su familia egoísta, que no la comprendía, hija de un enfermo imaginario, con tendencias, ella misma, a la hipocondría por el desarrollo casi morboso de su sensibilidad, era el terreno más apropiado para que Roberto realizara su voluntad subjetiva. Una gran afectividad uníase en ella, a una enérgica voluntad:
la hermosa línea sinuosa de sus labios dejaba traslacir una bondad casi divina; el enérgico mentón simbolizaba una rara fuerza de voluntad; la profundidad de la mirada, a veces inmóvil, como atraída por lo invisible, traicionba una tendencia fatal hacia la idea fija, mientras que el extraño temblor que, repentinamente, agitaba sus manos. y sus labios, de-