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No sabes que la muerte es la dulzura
Jamás gustada en nuestra vida impura?


Oh si fuera el allá silencio eterno...
Ni sol de Enero, ni quietud de Invierno!


Estoy cansada de escuchar sonidos.
Me molestan y ofenden tantos ruidos.


El cerebro me pesa, como un cuervo
Clavado adentro por destino acerbo.


Y tengo tal deseo de dormir...
Oh qué hermoso, qué hermoso no sentir...


Oh, dejarse llevar sin voluntad
Como una estrella por la inmensidad!


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