Al ofrecer al público, esta vez, la décima cuarta edición de la «Ida y Vuelta de Martin Fierro», creemos de estricta justicia consagrar algunas palabras, al más extraordinario triunfo de publicidad que registran nuestros anales bibliográficos.
La presente edición de dos mil ejemplares, viene á integrar la asombrosa cifra de SESENTA Y DOS MIL: hecho sin precedente en estos países americanos, y muy raro tambien en los Estados Europeos de orígen latino.
Aquí, en Buenos Aires, la ciudad de más movimiento intelectual del Nuevo Mundo, no conocemos resultado semejante, ni aun tratándose de aquellas obras políticas, literarias ó económicas, que lograron alcanzar gran boga.
La vasta circulación de Martin Fierro, ha sido un verdadero acontecimiento para el comerciante de libros, para el crítico moralista y sobre todo para esa clase social más directamente interesada en la obra de nuestro popular poeta.
Millares tras millares ha colocado sin dificultad el Editor de cada Edición, en medio de la sorpresa que experimentaba, al recibir, hasta por telégrafo, pedidos que le hacían de diversos puntos de la campaña.
La crítica nacional y extranjera, se ha ocupado extensamente del análisis de esta producción rigurosamente americana, apreciándola en altos conceptos, como uno de los trabajos que mas honor hacen á la literatura de este Continente.
Pero, en la campaña del Rio de la Plata, es donde ha hallado Martin Fierro su mas entusiasta acogida.
Desde el mas humilde hasta el mas encumbrado de sus habitantes, lo saludaron y recibieron como al redentor que asoma después de largo tiempo de sufrimientos.
En efecto, cualquier observador dotado siquiera de sentido común, advierte que el Sr. Hernández, sirviéndose de una forma literaria, al parecer trivial, hace, en Martin Fierro, la historia de los infortunios de nuestro gaucho, penetrando con pensamiento de filósofo, hasta en lo mas íntimo de la azarosa vida de una clase, que, bajo la dominación colonial, como bajo la dominación republicana, solo ha vivido víctima obligada de todo género de abominaciones.
De ahí la inmensa popularidad de que goza en las comarcas rurales el libro del señor Hernández, porque no es como las obras de Ascasubi ó de Del Campo, simples obras de entretenimiento, sino el estudio social mas completo, mas exacto y mas bien intencionado que se ha llevado á cabo entre nosotros.
Hasta qué punto habrá influido la aparición de Martin Fierro en el mejoramiento de aquella clase, seria interesante saberlo.
Desde el centro semi-civilizado de la población rural, pasando por el rancho, hasta los confines pampeanos donde se encuentra el fortín, en todos los medios en que se encuentra nuestro asendereado gaucho, se ha de sentir, estamos seguros, la mas ó ménos influencia de esa aplaudida producción.
Y esto se comprende sin esfuerzo.
Cuarenta mil ejemplares desparramados por todos los ámbitos de la campaña, han