Ir al contenido

Página:El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (1905, vol 1).djvu/311

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
193
DON QUIJOTE DE LA MANCHA

todos los otros juntos, y que era tan atrevido y tan gande bellaco, que, aunque le llevaban de aquella manera, no iban seguros dél, sino que temían que se les había de huir.

—¿Qué delitos puede tener, dijo don Quijote, si no ha merecido más pena que echarle á las galeras?

—Va por diez años, replicó la guarda, que es como muerte civil: no se quiera saber más sino que este buen hombre es el famoso Ginés de Pasamonte, que por otro nombre llaman Ginesillo de Parapilla.

—Señor comisario, dijo entonces el galeote: vayase poco á poco, y no andemos ahora á deslindar nombres y sobrenombres: Ginés me llamo, y no Ginesillo; y Pasamonte es mi alcurnia, y no Parapilla, como voacé dice; y cada uno se dé una vuelta á la redonda, y no hará poco.

—Hable con menos tono, replicó el comisario, señor ladrón de más de la marca, si no quiere que le haga callar, mal que le pese.

—Bien parece, respondió el galeote, que va el hombre como Dios es servido; pero algún día sabrá alguno si me llamo Ginesillo de Parapilla ó no.

—Pues ¿no te llaman así, embustero? dijo la guarda.

—Sí llaman, respondió Ginés; mas yo haré que no me lo llamen, ó me las pelaría donde yo digo entre mis dientes. Señor caballero, si tiene algo que darnos, dénoslo ya, y vaya con Dios; que ya enfada con tanto querer saber vidas ajenas; y si la mía quiere saber, sepa que soy Ginés de Pasamonte, cuya vida está escrita por estos pulgares.

—Dice verdad, dijo el comisario; que él mismo ha escrito su historia, que no hay más que desear, y deja empeñado el libro en la cárcel en doscientos reales.

—Y le pienso quitar, dijo Ginés, si quedara en doscientos ducados.

—¿Tan bueno es? dijo don Quijote.

—Es tan bueno, respondió Ginés, que, ¡mal año para Lazarillo de Tormes, y para todos cuantos de aquel género se han escrito ó escribieren! Lo que le sé decir á voacé es que trata verdades, y que son ver-

Tomo I.—49