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DON QUIJOTE DE LA MANCHA

«Mandará vuestra merced por esta primera de pollinos, señora sobrina, dar á Sancho Panza, mi escudero, tres de los cinco que dejé en casa y están á cargo de vuestra merced; los cuales tres pollinos se los mando librar y pagar por otros tantos, aquí recebidos de contado; que con ésta, y con su carta de pago, serán bien dados. Fecha en las entrañas de Sierra Morena, á veintinueve de agosto deste presente año.»

—Buena está, dijo Sancho; fírmela vuestra merced.

—No es menester firmarla, dijo don Quijote, sino solamente poner mi rúbrica, que es lo mesmo que firma, y para tres asnos, y aun para trescientos, fuera bastante.

—Yo me confío de vuestra merced, respondió Sancho: déjeme, iré á ensillar á Rocinante, y aparéjese vuestra merced á echarme su bendición, que luego pienso partirme, sin ver las sandeces que vuestra merced ha de hacer; que yo diré que le vi hacer tantas, que no quiera más.

—Por lo menos quiero, Sancho, y porque es menester así, quiero, digo, que me veas en cueros, y hacer una ó dos docenas de locuras (que las haré en menos de media hora), porque, habiéndolas tú visto por tus ojos, puedas jurar á tu salvo en las demás que quisieres añadir; y aseguróte que no dirás tú tantas cuantas yo pienso hacer.

—Por amor de Dios, señor mío, que no vea yo en cueros á vuestra merced, que me dará mucha lástima, y no podré dejar de llorar; y tengo tal la cabeza del llanto que anoche hice por el rucio, que no estoy para meterme en nuevos lloros; y si es que vuestra merced gusta de que yo vea algunas locuras, hágalas vestido, breves y las que le vinieren más á cuento; cuanto más, que para mí no era menester nada deso, y, como ya tengo dicho, fuera ahorrar el camino de mi vuelta, que ha de ser con las nuevas que vuestra merced desea y merece; y si no, aparéjese la señora Dulcinea, que si no responde como es razón, voto hago solene á quien puedo, que le tengo de sacar la buena respuesta del estómago á coces y á bofetones. Porque ¿dónde se ha de sufrir que un caballero andante tan famoso como vuestra merced se vuelva loco sin qué ni para qué por una...? No me lo haga decir la

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