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DON QUIJOTE DE LA MANCHA

dos mil escudos de oro, para que se los ofrezcáis y aun se los déis, y otros tantos para que compréis joyas con que cebarla; que las mujeres suelen ser aficionadas, y más si son hermosas, por más castas que sean, á esto de traerse bien y andar galanas; y si ella resiste á esta tentación, yo quedaré satisfecho, y no os daré más pesadumbre.

»Lotario respondió que ya que había comenzado, que él llevaría hasta el fin aquella empresa, puesto que entendía salir della cansado y vencido.

»Otro día recibió los cuatro mil escudos, y con ellos cuatro mil confusiones, porque no sabía qué hacerse para mentir de nuevo; pero en efecto determinó de decirle que Camila estaba tan entera á las dádivas y promesas como á las palabras, y que no había para qué cansarse más, porque todo el tiempo se gastaba en balde. Pero la suerte, que las cosas guiaba de otra manera, ordenó que, habiendo dejado Anselmo solos á Lotario y á Camila, como otras veces solía, él se encerró en un aposento, y por los agujeros de la cerradura estuvo mirando y escuchando lo que los dos trataban, y vió que en más de media hora Lotario no habló palabra á Camila, ni se la hablara si allí estuviera un siglo, y cayó en la cuenta de que cuanto su amigo le había dicho de las respuestas de Camila, todo era ficción y mentira; y para ver si esto era ansí, salió del aposento, y llamando á Lotario aparte, le preguntó qué nuevas había y de qué temple estaba Camila,

»Lotario le respondió que no pensaba más darle puntada en aquel negocio, porque respondía tan áspera y desabridamente, que no tendría ánimo para volver á decirle cosa alguna.

»—¡Ah, dijo Anselmo, Lotario, Lotario, y cuán mal correspondes á lo que me debes y á lo mucho que de ti confío! Ahora te he estado mirando por el lugar que concede la entrada desta llave, y he visto que no has dicho palabra á Camila, por donde me doy á entender que aun las primeras le tienes por decir; y si esto es así, como sin duda lo es, ¿para qué me engañas, ó por qué quieres quitarme con tu industria los medios que yo podría hallar para conseguir mi deseo?